A pesar de su corta existencia, una vez más el programa Qali Warma se encuentra en el ojo de la tormenta debido a que los alimentos destinados al desayuno escolar en Ayacucho, se encontraban vencidos y en mal estado. Y como era de esperarse, los focos de los reflectores y de los medios de comunicación se han vuelto a posar sobre un programa cuya ineficiencia hace que hechos como los recientes se vengan repitiendo en más de una ocasión. 

Es bueno recordar que el programa Qali Warma, creado para reemplazar al Pronaa, de mala recordación por el manejo clientelista y la gran corrupción que involucraba toda la cadena de compra y distribución de alimentos, ha buscado integrar a los productores locales como proveedores del mismo. Y esta, que podría ser su mayor virtud, se convierte en su principal amenaza debido a que no en todo el país existen proveedores de alimentos que puedan garantizar la sanidad y calidad de sus productos.

De otro lado, existen problemas de carácter logístico como la falta de lugares de almacenamiento adecuado de los alimentos y de ejecución debido a la poca preparación que tienen los docentes involucrados, que además ven recargadas sus tareas. Pero también es evidente que no existe todavía un sistema afinado de monitoreo y evaluación de parte del ministerio. A lo que se suman las presiones que, desde algunos actores políticos y ex proveedores, se hacen demandando volver al sistema anterior, en el cual estos ganaban un dinero y un capital político electoral que hoy han perdido.

Sin embargo, consideramos que la apuesta del Ministerio de Inclusión Social por crear Qali Warma ha sido la correcta. Porque lo que busca este programa es garantizar que los niños y niñas en edad escolar reciban un aporte nutricional que busca complementar la dieta familiar, y así asegurar que los beneficiarios sean los únicos destinatarios del programa, evitando las filtraciones del pasado.

Por ello, en Noticias SER creemos que antes que exigir volver al pasado corrupto del Pronaa lo que se debe exigir al gobierno y al Midis son los ajustes y modificaciones que el programa requiera. Y si para ello se necesitan más recursos y más profesionales que puedan contribuir a que Qali Warma sea un éxito, se deben ampliar sus partidas presupuestales ya que los niños y niñas del Perú se merecen la mejor atención de parte del Estado.