Por: Jaime Borda 

Durante las últimas semanas se han hecho públicos algunos pronunciamientos y cartas de solidaridad en favor de la provincia de Espinar. Estas cartas evidencian que existen circunstancias que generan fuertes tensiones sociales en este momento en Espinar, como los son la Mesa de Diálogo instalada después del conflicto de mayo 2012 entre la empresa minera Glencore-Xstrata y el pueblo de Espinar -que aún no ha concluido su trabajo-, el proyecto Majes Siguas II que pone en riesgo el suministro de agua en la cuenca del río Apurímac, el drástico recorte de su presupuesto anual y los procesos judiciales en contra de varios dirigentes sociales y su alcalde provincial.

El Colectivo CIDSE, que es una alianza internacional que agrupa a 17 agencias católicas para el desarrollo en Europa, también se ha solidarizado con el pueblo de Espinar. Además, el CIDSE ha expresado su preocupación al Gobierno peruano para que este aporte soluciones significativas a las tensiones sociales en Espinar, generadas por las condiciones de pobreza persistentes para la gran mayoría de la población local espinarense.

Esta preocupación también fue expresada por el alcalde de Espinar, Oscar Mollohuanca, sobre todo por el caso Majes Siguas II, pues teme que el Tribunal Constitucional apruebe el estudio de balance hídrico realizado en la cuenca alta del río Apurímac por la Organización de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS), sin notificar a Cusco. Como se recuerda, este estudio fue entregado el pasado 30 de setiembre a los miembros del TC y servirá para evaluar la viabilidad del proyecto Majes Siguas II.

Al respecto, Mollohuanca manifestó que todo esto le parece una maniobra calculada para aprobar el estudio y evitar observaciones de parte de Cusco: “Todo apunta a que se están haciendo las evaluaciones para favorecer a la posición de Arequipa. No me sorprendería que en los siguientes días salga una opinión del TC señalando que su sentencia se cumplió”, finalizó.

De otro lado, en Espinar se han producido cambios en la estas últimas semanas en las principales organizaciones sociales. La Federación Unificada de Campesinos de Espinar (FUCAE) cambó de Secretaria General el 21 de setiembre (el nuevo representante es Julio Royer Huillca Mamani); y hace poco, el 4 de octubre durante el X congreso eleccionario del Frente Único de los Intereses de Espinar (FUDIE), se eligió a su nuevo presidente. El cargo habría recaído en Federico Ihue Taco; sin embargo su elección viene siendo cuestionada, por lo que algunos dirigentes han planteado una nueva asamblea para el 30 de octubre. Todos estos cambios se dan en medio de un contexto cargado de mucha presión social por los temas que hemos señalado.

Mientras se realizan estos cambios, los dirigentes salientes tienen que enfrentar un proceso judicial en las próximas semanas. La titular de la Primera Fiscalía Provincial Penal de Ica, Ana María Ley Tokumori, solicitó al Juzgado de Investigación Preparatoria de dicha jurisdicción que el alcalde de la municipalidad provincial de Espinar, Cusco, Oscar Mollohuanca Cruz, y los dirigentes sociales Herbert Huamán Llave y Sergio Huamaní Hilario sean comprendidos como “autores mediatos e instigadores” en la protesta contra la empresa Xstrata Tintaya, ocurrida en el 2012. La próxima audiencia será el 26 de octubre.

Así las cosas, en Espinar las aguas siguen movidas, la mesa de diálogo no se ha cerrado oficialmente, el caso Majes Siguas probablemente genere mayores tensiones entre Cusco y Arequipa, al tiempo que hay proyectos y obras detenidas en la provincia por la reducción del canon minero. De igual modo, los procesos judiciales avanzan diligentemente y los cambios internos en las organizaciones sociales generan una especie de transición social momentánea. Para muchos espinarences estos hechos no son una amarga casualidad, si no que existe presión de parte del gobierno nacional y la empresa minera por debilitar su proceso de lucha.