Por: Omar Rosel

 

La denuncia en contra del congresista de la República, Rofilio Neyra Huamaní, por presuntamente consignar datos falsos en relación a sus estudios primarios y secundarios en su hoja de vida, ha causado indignación en diversos sectores de Ayacucho, que han rechazado tal actitud y pedido una sanción ejemplar. 

 

Andrés Solari, analista político indica: “La conducta de Rofilio Neyra es lamentable”. Asimismo, precisa que esto ya era la crónica de una muerte anunciada, porque desde que Neyra fue candidato nunca apareció en público, ni mucho menos quiso debatir, con lo que se demuestra su poca cultura política. “El no necesitaba mentir. Con decir que no fue al colegio o dejar en blanco esa declaración se hubiera ahorrado este escándalo, pero quizá eso le habría quitado votos”, dice Solari. Añade que esto se debe también a la precaria cultura política ayacuchana. “Naciones Unidas, en el 2003, decía que la noción de ciudadanía en Ayacucho era precaria, especialmente en el área rural. ¿Quién llevó al congreso a Neyra?. El área rural, porque Neyra cambiaba cocinas de gas por un voto”, explica.

 

RubénUscata, presidente del Frente de Defensa del Pueblo de Ayacucho, manifestó su indignación y demandó una sanción ejemplar contra el parlamentario. “Este fin de semana el Frente de Defensa realizará una reunión y trataremos este caso que ameritará un pronunciamiento, no sólo contra Neyra sino también contra los otros dos congresistas que no están cumpliendo con su labor”, dijo. 

 

Carlos Condori, ex coordinador de la Mesa de Concertación para la Lucha contra la Pobreza, calificó de penosa la situación de los representantes de Ayacucho en el Congreso de la República, que hasta el momento se han hecho conocidos solamente “por actos contra la moral”, los cuales no deberían ser cometidos por ningún ciudadano y “mucho menos por un padre de la patria”, indicó.

 

Andrés Solari dijo, finalmente, que para mejorar la elección de nuestros representantes, el Estado debería invertir en proyectos que busquen mejorar el ejercicio ciudadano, el desarrollo de organizaciones sociales así como el acceso a la información pública para fomentar la vigilancia ciudadana.