Publicado: 2014-05-15
Tras cinco años de dilaciones y postergaciones, hoy se inició el juicio por los sucesos del 5 de junio de 2009, conocido como el ‘Baguazo’, que dejó el triste saldo de 33 muertos, un policía desaparecido y más de doscientos heridos, muchos de ellos por arma de fuego. Pero lo que ha llamado la atención de propios y extraños es que en el juicio solo se haya incluido a los indígenas que participaron en la protesta y que los responsables políticos que desencadenaron la tragedia brillen por su ausencia en él. Rocío Silva Santisteban, secretaria ejecutiva de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, estuvo hoy presente en la primera audiencia del juicio que ella no duda en calificar de histórico. Estas son sus primeras impresiones del juicio que Noticias SER pudo recoger.
- ¿Cuáles son sus primeras impresiones del juicio por el Baguazo que se inició hoy?
- En principio,me han dejado una buena impresión.
- ¿Qué otro aspecto vio de positivo en el juicio?
- También el esfuerzo por parte del tribunal para que todos los procesados tengan abogados. Creo que ha habido como seis abogados de oficio presentes. La Coordinadora también ha hecho las gestiones necesarias en el tema. El CEAS es la institución que representa a la mayor parte de los procesados (tiene como 23 procesados) y el IDL también tiene a su cargo la defensa de varios de ellos. También está el hecho de que el tribunal ha admitido unas pruebas en esta primera audiencia y que ha cambiado la situación de algunas personas que estaban detenidas en la cárcel por las de arresto domiciliario.
- Entonces, en sentido general, la primera impresión sobre el juicio es positiva.
- Sí. Desde esta perspectiva es positiva porque ha habido un esfuerzo de parte del tribunal de admitir pruebas, etc. Algo que sí ha sido planteado por el abogado Juan José Quispe, del IDL, es que se comprenda también en el proceso a Alan García, Mercedes Aráoz, Mercedes Cabanillas y YehudeSimon. En principio los procuradores, obviamente, y sobre todo los del Ministerio del Interior, estaban en contra porque sostienen que se trata de un juicio penal y no de un juicio político. Finalmente esto no fue admitido por el tribunal.
- ¿Por qué dice que sí deben ser admitidos Alan García, Mercedes Aráoz, Mercedes Cabanillas y Yehude Simon en el juicio?
- Me parece pertinente que el doctor Quispe haya propuesto que se incluya a esas personas porque fueron ellos los que dieron origen a toda esta situación que desembocó en el Baguazo. Yo no creo que se pueda hacer un análisis puramente penal. Esto no se trata de un homicidio que se llevo a cabo por una persona o dos contra muchas personas, sino que fue dentro de un contexto agravado por diferentes situaciones. Pero todavía está el juicio por lo sucedido en la estación 6 y ahí me parece que debería de plantearse nuevamente esa situación.
- ¿Hay otro aspecto del juicio que usted quiera señalar?
- Algo que se tiene que tener en consideración, y que los procuradores dijeron que no era pertinente, son los peritajes antropológicos para entender más o menos cómo funcionan los awajún. Lo que dijeron los procuradores fue que estos no eran pertinentes porque se trata de un juicio penal, no un juicio social. Plantearlo de esa manera es tener una mirada muy estrecha de lo que es la justicia intercultural. Obviamente este no es un tribunal de justicia intercultural, sin embargo si hay un peruano que tiene una cultura diferente debe de ser juzgado desde esa perspectiva. Eso sería lo más justo.
- Se ha señalado también la ausencia de intérpretes para los que no hablan castellano. ¿Se ha solucionado esta carencia?
- El tribunal dijo que como era la primera audiencia de instalación no había un traductor de awajún ni de wampi. Pero dijeron que para la próxima sesión de todas maneras se iba a convocar a traductores.
- ¿Hay otro aspecto del juicio que usted quiera resaltar?
- Yo creo que es un juicio histórico para el Perú porque los hechos que sucedieron en Bagua fueron tremendos y lamentables. Nosotros lamentamos la muerte de los 23 policías, pero lamentamos también la muerte de los mestizos y de los indígenas que cayeron en la Curva del Diablo. Por supuesto que hubo muchísimos heridos y todo esto nació de una situación que no debemos olvidar: tratar de imponer una serie de modificatorias a normas legales que se suponía iban a permitir implementar el Tratado de Libre Comercio (TLC) pero que, tal como ha confesado Yehude Simon, cuando habló con el embajador de EE.UU., esa información que dio la ministra Aráoz era completamente falsa. Entonces, tenemos que tener en consideración que el inicio de esta situación de tantas muertes comienza con la mentira de una ministra.