El reciente arresto del presidente regional de Ancash Cesar Alvarez y del alcalde provincial del Santa, Luis Arroyo Rojas, así como también el de dirigentes gremiales, agentes policiales, asesores políticos y periodistas bajo la acusación de pertenecer y propiciar un grupo de crimen organizado basado en el sicariato y la extorsión, nos tiene que dar una gran campanada de alerta sobre nuestra endeble institucionalidad democrática que en la región de Ancashha devenido de la representatividad política a la criminalidad más cruel. 

Más allá del terremoto político acontecido estos días en la región Ancash, este informe pretende mostrar algunos datos interesantes sobre los conflictos electorales que afronta esta región y que son también una manifestación de la débil institucionalidad democrática de esta región que necesita la atención de todas las instancias del Estado peruano.

Los conflictos electorales en el Perú crean un clima de zozobra política en los lugares en donde ocurren, y a la vez producen un clima de inestabilidad e incertidumbre sobre el futuro político de las localidades afectadas. Asimismo, el vacío representativo dejado por la anulación de procesos electorales a causa de hechos violentos, como la quema de actas electorales, paraliza la gestión de los gobiernos locales en lo referente adiferentes proyectos y obras.

Dejando de lado las consecuencias en la gestión, una consecuencia relevante de los conflictos electorales, en donde se anulan los procesos electorales, es el significativo gasto público que representa para el Estado la realización de un nuevo proceso electoral.

Dentro de la problemática político electoral, podemos decir que la región Ancash posee indicadores que para las instituciones estatales que tienen competencia en gestión electoral resultan alarmantes, principalmente por el alto nivel de fragilidad democrática. La excesiva fragmentación política, el número de procesos de revocatoria, el número de autoridades municipales vacadas y los conflictos electorales suscitados, nos hacen pensar que la región Ancash posee síntomas de encaminarse a un espacio de anomia democrática. O como lo dijera el politólogo Steven Levitsky: una región en la cual “la democracia no existe”.

Empecemos viendo el proceso de revocatorias de autoridades regionales y municipales 2012.

En este proceso vemos que la región Ancash posee el mayor número de alcaldes y regidores sometidos a consulta popular de revocatoria. Este proceso involucró a 38 alcaldes y 161 regidores distritales, y, por último, un alcalde y regidor de la provincia de Pallasca. [2]

En tal sentido, podemos ver que la región Ancash se ubica en el primer lugar en lo referente a autoridades vacadas. Tan solo en el periodo 2007–2010, se vacaron a 60 autoridades. Las otras dos regiones con más autoridades vacadas para ese mismo periodo son Huancavelica y Junín, en ambas regiones se vacaron a treinta y tres autoridades cada una.

Por otro lado, esta región ha presentado constantes conflictos electorales que se manifiestan durante el proceso o el mismo día de votación con tomas de locales de votación, quema o robo de actas electorales y amenazas o manifestaciones de violencia a autoridades electorales. Este tipo de conflictos ha llevado a que en el lapso de los años 2002–2010 se hayan anulado 17 elecciones distritales: Una elección en el 2002, cinco en el 2006 y finalmente once en el año 2010.

Los conflictos electorales tienen una clara tendencia a incrementarse en los procesos electorales del presente año, a la vez que muchos de los conflictos sociales pueden generar o transformarse en conflictos electorales debido a lo cercano del mimsoproceso electoral.

Ante ello, en estos últimos días el Jurado Nacional de elecciones y la ONPE se han pronunciado rechazando tajantemente los actos de violencia, tales como: violencia, amenaza y acoso político que puedan sufrir las autoridades democráticamente electas, así como los distintos candidatos, líderes de opinión y dirigentes sociales. Debido a que los actos de violencia contravienen el desarrollo de la paz y de la democracia. [3]

En tal sentido, podemos preguntarnos ¿qué caminos o estrategias conjuntas se pueden realizar desde las instituciones del Estado peruano? Solo el trabajo conjunto e integral puede llevar a fortalecer la democracia y las instituciones democráticas en la tan mencionada región Ancash.

Notas:

1. Jurado Nacional de Elecciones. Consulta popular de revocatoria de autoridades regionales y municipales 2012. Dirección de Registros, Estadística y Desarrollo tecnológico. Pág. 44

2. http://portal.jne.gob.pe/Anuncios/pronunciamiento.pdf

3. Jurado Nacional de Elecciones. Boletín INFOGOB N° 25. 2011.