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“En el Perú la población no cree en la democracia”

Entrevista a Nelson Manrique, historiador, sociólogo y analista político  

Publicado: 2014-10-02
A pocos días de las elecciones, Nelson Manrique, historiador, sociólogo y analista político,hace una evaluación del proceso electoral regional y municipal que vive nuestro país. Asimismo, habla sobre la situación del electorado y de su resignación frente a la corrupción, que se expresa en el respaldo electoral a candidatos con antecedentes negativos.

¿Cuál es el mensaje que nos deja este proceso electoral regional y municipal? ¿Tiene alguna particularidad con respecto a otros procesos? 
Es un mensaje muy preocupante, que indica en qué medida ha avanzado la corrupción y se ha instalado en el sentido común de la población. Recordemos un conjunto de escándalos que incluyen asesinatos políticos,como el caso de Ancash; mafias que se han apoderado de gobiernos regionales; corrupción generalizada en el Poder Judicial, en el Poder Legislativo; complicidad de jueces y de parlamentarios para encubrir la corrupción en todos sus medios. Lo verdaderamente grave es que la corrupción termina siendo aceptada y se convierte en un sentido común en sectores importantes, en sectores populares con gravitación electoral. A estas alturas, aparentemente no interesa que la gran mayoría de votantes crea que Luis Castañeda Lossio es corrupto. No se puede alegar ignorancia, falta de conocimiento; se conoce y a pesar de esto, se está dispuesto a aceptarlo. Esa esuna abdicación moral de parte de los electores peruanos y es muy preocupante.
¿En qué medida afecta al sistema democrático que el ciudadano peruano acepte con naturalidad la corrupción o a candidatos con antecedentes negativos? 
En el caso del limeño es más claro el asunto de la permisibilidad respecto a eso de que una autoridad hace obras pero roba. Creo que este es un asunto revelador, porque si se ve las encuestas, es particularmente en los sectores más pobres donde se ha instalado el manejo clientelista, y donde, además, se registra una muy baja credibilidad de la democracia. Según la última encuesta del Latinobarómetro, estamos entre los países de Latinoamérica que menos cree en la democracia. En muchos países es de sentido común que la democracia es el mejor medio para conseguir la reivindicación, para acceder a mejores servicios, para progresar, pero en el Perú, la población no cree en la democracia. Hay una gran mayoría que está de acuerdo con una alternativa autoritaria, y a ello se suma esa permisibilidad y aceptación de la corrupción como algo natural. Ese es ese el asunto más pernicioso que nos ha dejado el Fujimorismo, no sólo por haber sido una gobierno corrupto, sino corruptor.
¿Qué nos revelan situaciones como las candidaturas cuestionables, la flexibilidad del JNE respecto a quienes no han cumplido con dar información completa en su hoja de vida y el respaldo del electorado a estas candidaturas cuestionables? 
Toda esta situación creo que va exigir la revisión muy profunda del conjunto de mecanismos, tanto la ley electoral, como la manera de filtrar a los candidatos para garantizar su idoneidad profesional y personal. Pero hay algo que perdemos de vista y es que el sustento básico de la democracia y de un sistema político es la credibilidad, porque cuando no hay credibilidad, no hay confianza. Aquí se ha perdido completamente la credibilidad desde el más elevado nivel; es decir, son ya 20 años que invariablemente elegimos a un candidato, con un determinado programa, que luego es abandonado, cuando el nuevo presidente llega al poder. La derecha pierde invariablemente las elecciones, peroes quien gobierna. ¿Quién puede preocuparse por ver con seriedad los programas de los candidatos, si ya se ha convertido en una norma que los programas solo sirven para ganar la elección, y si se sabe que al día siguiente van a ser abandonados y cambiados? Estos factores minan la confianza pública y no hay sustento para una cultura verdaderamente democrática.
¿La permisibilidad a estas candidaturas tiene que ver con la debilidad que tiene los partidos políticos? 
Por supuesto. Es parte de la propia elección de los propios ciudadanos. ¿Cómo es que se cuelan proxenetas, ladrones de alto calibre, corruptos? Asimismo elegimos a nuestros representantes, en base a imágenes,y en los medios de comunicación, el que tiene más dinero tiene mayor oportunidad de llegar a ser una imagen electoralmente viable.
El electorado, al optar por candidatos sobre los que penden acusaciones, ¿está perdiendo alguna posibilidad histórica? 
No soy tan pesimista de decir que esto no encontrará límites. Hay un indicador que es valioso, y es que en la década de los 90 se registró una corrupción generalizada en América Latina, muchos regímenes fueron cuestionados éticamente, hubo una reacción ciudadana muy grande y se trajo abajo a una cantidad de presidentes. Recordemos a Collor de Mello, en Brasil;a Andrés Pastrana en Venezuela, a Carlos Menen en Argentina, a Jamil Mahuaden Ecuador, a Sánchez de Lozada en Bolivia,y sucedió lomismo con Fujimori. Si sigue la recesión que se está produciendo en este momento, no quedarán recursos para el populismo y se va a generar una reacción popular. Eso espero, verdaderamente. Creo que nuestra obligación es hacer pedagogía ciudadana para sacar las conclusiones de lo que va significar este periodo.
Vistas en perspectiva, ¿qué rol juegan estas elecciones en el proceso de regionalización? 
Creo que no se ha evaluado lo que eso significaba y el balance de la descentralización que tenemos es profundamente negativo, porque lo que se ha hecho es simplemente poner una cantidad de recursos en los gobiernos regionales, y en algunos casos son cientos o miles de millones en manos de personas como las autoridades regionales.

Escrito por

noticiasser

Una publicación de la Asociación SER


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