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“Detrás de la COP20 se esconde una estrategia paralela y contradictoria”

Entrevista a Alejandra Alayza, coordinadora regional de políticas y campañas, en la oficina de Oxfam en el Perú

Publicado: 2014-11-13
Alejandra Alayza, coordinadora regional de políticas y campañas, en la oficina de Oxfam en el Perú, habla sobre la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP20), que se desarrollará en Lima, en diciembre. En este marco, hace referencia a las contradicciones de la política del gobierno de Humala, que por un lado está preocupado por la organización de la COP20, y por el otro, promueve normas que va en contra de la institucionalidad ambiental.

¿Qué puede esperar el país, en concreto, de la COP 20 que se realizará en Lima? 
Ser sede de la COP20 implica para el Perú un tremendo reto, sobretodo en términos del proceso de la negociación climática global, pero lo que hubiéramos querido es que el país tuviera la capacidad de liderar este proceso, facilitando un diálogo entre las partes, de modo que puedan generarse caminos más ambiciosos en términos del acuerdo global. Por ello, es necesario lograr conclusiones y tener metas concretas. Creo que esa es la expectativa formal, pero ¿cuál es la realidad?, ¿qué es lo que esperábamos y qué es lo que estamos viendo? Si bien el Perú está ejerciendo la presidencia y la organización de la COP20, nuestra expectativa era fuera una oportunidad para hacer del tema del cambio climático un debate nacional que colocara en el centro la necesidad de construir una agenda interna frente al problema. Debemos tomar en consideración que nuestro país es altamente vulnerable al fenómeno. Asimismo, la perspectiva de tener la COP en casa, nos ha hecho notar qué poco preparados estamos, y ha puesto en evidencia la poca reflexión y voluntad que existen en relación a la implementación de políticas públicas sobre el tema.
Se podría decir que estamos perdiendo una oportunidad… 
Sí, porque, lamentablemente, la dimensión de la organización de la COP está haciendo que los funcionarios del ministerio del Ambiente estén mucho más ocupados y dedicados a la preparación de un evento internacional para más de mil personas, y hayan abandonado la ocasión de construir un contexto nacional de debate y voluntad política para la implementación de políticas frente al cambio climático. Se ha terminado distrayendo a la gente, de la necesidad de trabajar y abrir una verdadera discusión sobre el asunto, en el país.
¿La política ambiental emprendida por el gobierno de Humala y el paquete de normas para la reactivación de la economía, son reflejo de la poca voluntad para asumir los problemas que está generando el cambio climático en el Perú? 
Lo que me preocupa es que detrás de la COP20, se está escondiendo una estrategia paralela y contradictoria. A la vez que se invierte en este encuentro global climático, en el país están trabajando una estrategia de facilitación de inversión, donde se repite lo que pasa en las negociaciones climáticas; es decir, se asume que aquellos estándares ambientales que son necesarios para la mejor gobernabilidad y convivencia sostenible en el país, son un costo que afecta a las inversiones y a la dinámica económica. Por ello, no son considerados importantes, y se está marginalizando la importancia que tiene el fortalecimiento de estándares ambientales y de políticas vinculadas a la mitigación y adaptación frente al cambio climático. Entonces, hay un doble discurso. Hay una lógica que sorprende, donde no hay un debate público en relación a los temas ambientales y climáticos, y la opinión publica los está evitando deliberadamente.
¿Consideras que es un despropósito que el presidente Humala sea enfático en sus discursos, en sus reuniones internacionales previas a la COP20, donde habla sobre la protección del medio ambiente, la lucha contra el cambio climático y que las medidas de su gobierno, sin embargo, contradigan este discurso? 
Eso es lo que más o menos hemos visto durante estos meses. Y lo que preocupa es que la presidencia de la COP20 le está dando al gobierno de Ollanta Humala la oportunidad de darse un baño verde de compromiso ambiental y climático, que puede resultar inspirador para el liderazgo de la COP, pero que no tiene los pies bien puestos en el terreno y en la realidad de las políticas que impulsa este gobierno. Entonces, termina poniendo en riesgo las negociaciones climáticas. Es muy fácil construir discursos, pero al momento de asumir compromisos concretos, la voluntad desaparece. No es un asunto de capacidad, sino de voluntad. Si bien el Perú no es el que genera mayor emisión de gases de efecto invernadero y, por lo tanto, no somos los responsables, un liderazgo climático desde la Presidencia de la República consiste en asumir la implementación de compromisos concretos a nivel del país.
¿La promoción de grandes inversiones extractivas, así como de mega proyectos, complica el escenario cuando hablamos de cambio climático? 
Cuando uno ve la demanda global alrededor de la negociación climática, se busca salir de la dependencia de los combustibles fósiles, para caminar hacia las energías renovables. Pero resulta contradictorio que nuestro país, y, particularmente en el último año, hayamos caminado hacia una estrategia de atención del sector hidrocarburos con gran velocidad y con altos costos institucionales. Podemos decir que las emisiones fósiles del Perú no son tan grandes como en otros países, pero no se trata de ver cuán grave es la situación en la que estamos estamos, sino que estamos insistiendo en un modelo de desarrollo basado en el sector energético y no en otra matriz energética.
¿Por qué el cambio climático sigue siendo solo discutido por expertos, y no se ha instalado en la agenda de la ciudadanía? 
Es interesante la constatación que hemos tenido este año: Si se llega a hablar de los temas de cambio climático, el debate es muy técnico, especializado y vinculado a la negociación climática, y todo ello hace que se use un lenguaje difícil de comprender para el ciudadano común, especialmente cuando se aborda las contribuciones de los países o la reducción del gas de invernadero. Entonces, los ciudadanos de a pie no hablamos de temas de cambio climático, en términos concretos, pero sí vamos sintiendo la transformación del ecosistema y del clima, cada día. Eso se refleja, por ejemplo, en la realidad de los cafetaleros, la roya amarilla, la realidad de la gente de las ciudades altas con el uso del sombrero y bloqueadores. En el país hay poca información, y también, así como para el monitoreo concreto del cambio climático, que permitan que el país asuma con seriedad este reto y pueda monitorear y desarrollar políticas públicas y las acciones necesarias.
¿Por qué se dice que el Perú es uno de los países más vulnerables ante el cambio climático? 
La vulnerabilidad frente al proceso de cambio climático tiene que ver, justamente, con la gran variedad de ecosistemas altitudinales y con la riqueza que tenemos, así como con la gran diversidad que implica tener una costa árida, seca y dependiente del agua de los glaciares que se están derritiendo y que, a la vez, tienen y disputan el agua en las alturas de nuestros Andes. Estos son temas de fondo cuando hablamos de impacto del cambio climático en el Perú. Complementariamente, tenemos la Amazonia, como un colchón para amortiguar las consecuencias del efecto invernadero para el planeta. Sin embargo, ella está amenazada por una serie de dinámicas productivas, extractivas, que agregan vulnerabilidad.

Escrito por

noticiasser

Una publicación de la Asociación SER


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