Publicado: 2015-02-26
Carlos Sandi, presidente de la Federación de las Comunidades Nativas del río Corrientes, conversó con Noticias SER desde Andoas (Loreto) sobre la situación que se vive en las cuencas de Corrientes, Tigre, Pastaza y Marañón, donde el conflicto de las comunidades nativas con la empresa Pluspetrol aún continúa. Asimismo, da a conocer la situación de las mesas de diálogo que se ha entablado entre algunas comunidades y la empresa petrolera.
- Las comunidades nativas tomaron el aeródromo de Andoas el último fin se semana. Asimismo, en Nueva Jerusalén bloquearon una carretera que conduce al campamento Glorissa. ¿Estos hechos indican que el conflicto con Pluspetrol se está agravando y el diálogo no avanza?
- Sí, eso es lo que está sucediendo. Las últimas semanas se han sumado diferentes pueblos al conflicto, porque están exigiendo sus demandas internas como comunidades, porque saben que el contrato de Pluspetrol se vence en agosto y temen que la empresa se retire sin asumir sus responsabilidades. Los hermanos de Pampa Hermosa han estado en pie de lucha por 30 días, ayer (martes) firmaron un acta de acuerdos con Pluspetrol y hoy día (miércoles), han levantado la medida de fuerza. Pero la comunidad de Nueva Jerusalén, que se ubica en la cuenca Corrientes, sigue bloqueando la carretera que conduce al campamento Glorissa y se ha paralizado la producción.
- ¿En qué términos se ha firmado el acta entre Pluspetrol y la comunidad de Pampa Hermosa?
- El acta firmada viene a ser exclusivamente para la compensación por el uso de tierras, por las vías, por las canteras. En el documento, la empresa se compromete a compensar o a pagar en efectivo a la comunidad. El plazo que la comunidad le ha otorgado a la empresa para que cumpla con realizar las compensaciones es un mínimo de un mes y un máximo de 60 días. Y si en este tiempo Pluspetrol no cumple, se volverá a tomar la medida de fuerza.
- ¿En esta firma de acta estuvo presente alguna autoridad del gobierno nacional?
- No, porque la zona es muy alejada y de difícil el acceso. Por eso no han podido llegar. Los que estuvimos en la firma del acuerdo fuimos la comisión de la comunidad de Pampa Hermosa, la comisión de la empresa Pluspetrol, la FECONACO y nuestro asesor. Ayer (martes) fue la cuarta reunión, en la que se retomó el diálogo y se ha llegado a un acuerdo importante.
- Con respecto a otras cuencas, como Corrientes, ¿está avanzando el diálogo con Pluspetrol? Porque ya en una oportunidad se ha interrumpido el proceso…
- La cuenca Corrientes está conformada por 36 comunidades, y como FECONACO respetamos a otras cuencas y cada una tiene su autonomía. El asunto del diálogo con la comunidad de Jerusalén está pendiente y el día de ayer (martes), se ha cursado una carta a la gerencia de Pluspetrol, solicitando una reunión para retomar el diálogo. Hay que recordar que las agendas son internas y de cada comunidad. Debe quedar claro que las federaciones de las cuatro cuencas, Corrientes, Tigre, Pastaza y Marañón, venimos dialogando con el gobierno por más de tres años, y en ese marco, se logró que se declarara esta zona en emergencia ambiental y sanitaria, porque las aguas no son aptas para el consumo humano y el Estado no ha tomado medidas concretas y tampoco han sido tomadas en cuenta las demandas planteadas por las federaciones, las comunidades.
- Para las mesas de diálogo han abordado hasta cinco puntos como parte de sus demandas. ¿Hay algún avance con respecto a ello?
- Hay una deuda histórica con las cuatro cuencas y todo ello tiene que solucionarse en base a cinco puntos. Primero, reclamamos la compensación por uso de tierras que no se pagó por más de 40 años. Segundo es la indemnización por los impactos ambientales a las comunidades. El tercer punto es la necesaria titulación de tierras, cuarto es la remediación a la contaminación y quinto es el diagnóstico ambiental y social. Estas son las condiciones mínimas que se está negociando.
- ¿Hay voluntad del gobierno para llevar adelante la consulta previa antes de licitar el lote 1 AB?
- Nosotros hemos propuesto en la mesa de diálogo el cumplimiento de estas cinco condiciones mínimas, si es que el Estado quiere licitar el lote 1 AB. Por ello hemos dicho “basta ya de vulnerar nuestros derechos humanos”, porque han explotado por más de 40 años nuestro territorio y no queremos más daño ni tampoco más contaminación.
- ¿La presencia de la Oficina de Diálogo y Sostenibilidad está favoreciendo en el proceso de diálogo?
- Hemos tenido la presencia de Julio Rojas, encargado de la Oficina Nacional de Diálogo y Sostenibilidad. Sin embargo, él y su instancia no tienen la capacidad o autoridad para exigir a la empresa Pluspetrol que asuma su responsabilidad. El Estado debe garantizar los derechos de los pueblos indígenas, así como las ganancias petroleras. Si el Estado hubiera cumplido con su rol, no estaríamos como estamos. Deben entender que nosotros vivimos en extrema pobreza, estamos en una situación precaria en educación, salud y otros, y reclamamos atención. Nosotros no estamos en contra del desarrollo, sino que queremos que el Estado sea responsable. Nosotros tenemos los mismos derechos que cualquier otro ciudadano peruano, por eso es que reclamamos. Pensamos que los indígenas estamos condenados a morir, porque un estudio toxicológico indica que estamos contaminados con plomo y metales pesados en nuestra sangre, y ¿quién dice algo? Nadie declara sobre eso. Nuestra vida a nadie le importa.
- ¿Confían en que las instancias gubernamentales puedan revertir la situación de las comunidades de las cuatro cuencas?
- Nosotros no confiamos en el Estado, porque siempre viene con promesas y sólo sirve para recibir documentos, y las comunidades seguimos en la pobreza. Por eso, queremos desarrollar las mesas de trabajo, pero queremos que se materialicen los acuerdos en cronogramas y plazos de discusión, para que las comunidades se sientan beneficiadas. Queremos una resolución suprema o ministerial que garantice fondos para los proyectos que se destinen a nuestros territorios.