Publicado: 2015-06-18
La sentencia a cinco años de cárcel efectiva impuesta al gobernador regional de Ayacucho, Wilfredo Oscorima, por haber incurrido en irregularidades al comprar maquinarias durante su primera gestión, ha removido el ambiente político regional. Cesar Villanueva, ex presidente regional de San Martín y ex titular de la Presidencia de Consejo de Ministros, conversó con Noticias SER acerca de este hecho y sobre cómo podría afectar a la imagen de los gobiernos regionales y a la descentralización
- ¿Qué expresa la sentencia impuesta al gobernador regional de Ayacucho por el delito contra la administración pública en la modalidad de negociación incompatible y aprovechamiento indebido del cargo?
- Supongo que el Poder Judicial ha efectuado todas las investigaciones que corresponden y, según eso, habrá determinado una sanción de esa naturaleza. Además, es el papel que le corresponde. Supongo que las pruebas encontradas justifican esta sanción dada al gobernador regional de Ayacucho.
- ¿Cuánto daño genera este veredicto a los gobiernos regionales?
- Incomoda de cierta manera y obviamente genera una imagen un poco negativa sobre el accionar de los gobiernos locales y regionales; eso no se puede ocultar. Sin embargo, también tengo que señalar que estos hechos son, en realidad, una minoría, y obviamente tienen que asumir las responsabilidades quienes las tienen. Pero sí tengo que defender los fueros de la descentralización, en tanto que estos hechos no podrían justificar que se la debilite. Entonces, el que algunos funcionarios cometan irregularidades, o algunos de sus ministros, en el caso del gobierno nacional, no es motivo para descalificar a las instituciones.
- ¿Algunos sectores políticos podrían aprovechar la sentencia de Oscorima para ir nuevamente en contra del proceso de descentralización?
- Sin duda. No tengo la menor duda, porque ya empezó ese proceso. En primer lugar, cuando ha habido este tipo de irregularidades, se ha generalizado a todos los gobiernos locales y regionales, como si todos estuviesen metidos en irregularidades. En segundo lugar, la gran reforma que hacen para frenar la corrupción, según ellos, es impedir la reelección, como si la reelección fuera puerta abierta para el tema de la corrupción, y lo otro fue el cambio de nombre de la denominación de presidente a gobernador. Esa “gran reforma” explica claramente que el fondo del problema es tratar de justificar, a nivel del Congreso, que hubo una incapacidad para continuar con la descentralización en el país. Y de parte del Ejecutivo hubo una intención de re-centralizar el Estado y las acciones de gobernanza.
- ¿Qué se debe hacer para que la gente recupere la confianza en los gobiernos regionales?
- La tiene que recuperar. Primero, la descentralización necesita perfeccionarse y evitar los departamentalismos. Hay que fijar una nueva ruta de las macro-regiones o grandes corredores económicos regionales y explicar en qué consiste eso y cómo puede beneficiar al país en su conjunto. En segundo lugar, los resultados positivos que tienen las regiones son trascendentes, como bajar las cifras de desnutrición crónica y atraer mayor inversión. En el tema del narcotráfico - caso particular de San Martín-, hubo una respuesta concreta que el país no ha sabido manejar en los otros territorios, como en el caso del VRAEM. Y en el tema de la educación, ha mejorado la calidad en comprensión lectora y razonamiento matemático. Lo que sucede es que de mucho más impacto son las noticias protervas que los resultados positivos, pero podemos revertir eso y generar confianza en la gente, si explicamos cada uno de estos logros.
- ¿Quién debería liderar esa nueva agenda descentralista?
- Todas las provincias y todas las regiones, porque cuando hay esta calificación y hay esta centralización sobre esta calificación de algunas regiones, que puede tener una justificación clara en el tema de la corrupción, se generaliza, y eso sirve como justificación para re-centralizar más. Esa re-centralización está provocando que las provincias y las regiones tengan menor ritmo de inversión, y esa menor inversión impacta sobre su desarrollo.
- ¿Hay condiciones para relanzar una agenda descentralista?
- Hay, de hecho, una posición, y siempre con una tendencia centralista. Entonces, el proceso es lento y hay que cambiarlo, pero, con toda seguridad, vamos a defender los fueros de la descentralización, porque no puede haber un país moderno centralizado. Hay que tener una gobernanza descentralizada, hay que generar las condiciones de desarrollo para el país. Entonces, hay que educar la racionalidad de una gobernanza y no el cáncer centralista, como lo tenemos ahora.
- ¿Qué opina sobre las facultades extraordinarias que está solicitando al Ejecutivo al Congreso de la República?
- Una vez más vemos otra crisis política de enfrentamiento entre el Ejecutivo y el Legislativo. El Ejecutivo pide estas facultades especiales, entre ellas, en seguridad ciudadana, que se puede justificar rápidamente, así como en algunas medidas económicas, para no desestabilizar lo poco que estamos creciendo; pero no debería ser una práctica política gobernar con decretos de emergencia porque debilitamos la democracia. Con esto, lo que estamos haciendo es reconocer que hay problemas y que hay que resolverlos con facultades especiales; no es una buena práctica.
- Ya se viene el año electoral. ¿Postulará a algún cargo de elección popular?
- Todavía no tengo una decisión tomada sobre eso. Estamos trabajando en coordinación con los movimientos regionales de todo el Perú, para conjuntamente preparar una agenda política que pueda representar al país, como una muestra de que el interior del país mira al Perú y se puede hacer desarrollo. No hay una definición política aún, porque los movimientos regionales no pueden participar en la contienda nacional, pero veremos qué pasa más adelante.