La depresión es un trastorno de salud mental frecuente. Según la Organización Mundial de la Salud - OMS la depresión afecta a unos 350 millones de personas en el mundo. En el Perú, la depresión es el trastorno de salud mental más frecuente afectando, de acuerdo al Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado-Hideyo Noguchi, aproximadamente a 1´700,000 personas. 

La depresión es un serio problema de salud, que puede causar en las personas que la padecen mucho sufrimiento, llegando a alterar la vida laboral, los estudios, y la vida familiar de las personas que la padecen. El dolor que causa la depresión puede llegar a ser tan grande, que puede terminar llevando al suicidio a quienes la padecen. La OMS estima que cada año se suicidan en el mundo más de 800.000 personas. El suicido es además a nivel global, la segunda causa de muerte de las personas entre 15 y 29 años.

En Lima Metropolitana se estima que 3,6% de los adolescentes han intentado suicidarse, y que el 25,9% de los adolescentes entre 12 y 17 años han tenido alguna vez deseos de morir. Además el suicidio es una de las principales causas de mortalidad materna entre las adolescente en el Perú.

La depresión puede ser causada por muchos factores, superar una depresión requiere de mucho esfuerzo, dedicación (de la persona que la padece y de su entorno más cercano), y muchas veces de cuidados de salud especializados. Por ello, decir que la depresión es “un asunto de perdedores” no solamente es cruel, alimenta una serie de estereotipos que las personas que la padecen tienen que enfrentar cada día, que afectan el diagnóstico de este mal, así como su tratamiento y recuperación.

Que una política como la señora Keiko Fujimori, con aspiraciones a gobernar el país, se refiera a la depresión como una cosa de perdedores, es además de cruel, preocupante, pues minimiza todo el trabajo y esfuerzo hecho en el país en los últimos años para sensibilizar a las autoridades políticas y del sector salud para incluir la salud mental dentro de la atención primaria en salud, por lograr que la atención a la depresión sea parte del SIS, por sensibilizar y capacitar a los profesionales del sector en el tamizaje y detección de trastornos de salud mental incluida la depresión. Estos esfuerzos han permitido mejorar la atención a las personas que padecen de trastornos de salud mental en el Perú. Estos esfuerzos merecen ser reconocidos por los políticos, y no minimizados con frases como las expresadas por la señora Keiko Fujimori.

Pero lo que resulta mas preocupante de la frase de desprecio de la señora Fujimori hacia las personas que padecen de depresión, es que viene de una persona que tiene familiares directos, padre y madre, que han padecido, y parece siguen padeciendo de trastornos de salud mental, incluyendo la depresión. Que la experiencia directa de tener un familiar cercano y querido no la haya hecho ser más sensible es muy preocupante. Muestra no solo un alto nivel de insensibilidad, sino también una incapacidad para aprender, cambiar la forma de entender, aproximarse y referirse un problema serio, como es la salud mental, a partir de la experiencia de enfermedad de un familiar cercano.


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